Con la premisa de “el máximo de eficiencia con el mínimo de recursos y esfuerzo”, Juan O´Gorman proyecta la primera casa de carácter funcionalista y de la primera vivienda mínima construida en México, la cual dio inicio a una nueva etapa en la historia arquitectónica mexicana en el siglo pasado, así como en toda Latino América.
Haciendo manifiesto a sus ideas funcionalistas y revolucionarias, la Casa O´Gorman de 1929 muestra una solución espacial en donde se aprecia el juego de claroscuros, contrastes entre masa y vacío, cerrado y abierto, continuidad, fluidez y transparencia en la parte frontal de la casa, contrario al hermetismo y compartimentación del espacio, que se muestra en la parte posterior de la misma. O’Gorman proyectó la casa-estudio pensando en que la función no debe ser obstaculizada por la estética; es por ésto que todos los elementos funcionales quedan a la vista.
El propio autor decía de su obra: “La casa que construí causó sensación porque jamás se había visto en México una construcción en la que la forma fuera completamente derivada de la función utilitaria. Las instalaciones, tanto la eléctrica como la sanitaria, estaban aparentes. Las losas de concreto sin enyesado. Solamente los muros de barro, block y de tabique estaban aplanados. Los tinacos eran visibles sobre la azotea. No había pretiles en la azotea y toda la construcción se hizo con el mínimo posible de trabajo y gastos de dinero. Aplicando el sistema de construcción de concreto armado, su apariencia era extraña. En México no se había hecho una casa puramente funcional”
El proyecto original de la casa O´Gorman se organiza a través de una propuesta compacta, de volumetrías regulares ubicadas al centro del terreno disponible, posibilitando visualizar el conjunto en perspectiva con sus cuatro fachadas.
Al recorrer la casa-estudio nos damos cuenta, que hacia el oriente, ésta posee con un patio de acceso soportado sobre columnas, dejando parcialmente la planta baja libre, a manera de una terraza sombreada.
No menos innovador, en la planta alta se ubica un estudio de pintura con tres caras de cristal. Esto lo logra al implementar plantas moduladas perfectamente, y organizando la estructura a base de columnas y losas de concreto armado, permitiendo la colocación de grandes ventanales con los que se iluminan y ventilan de forma natural los espacios interiores y así mismo, dando una continuidad visual y espacial al estudio con el exterior.
Este estudio tiene acceso desde el interior de la propia casa y al mismo tiempo con un acceso exterior, independiente, a través de una soberbia escalera helicoidal, sin barandales, articulando a la casa con el ambiente y recordando propuestas Lecorbusianas acercando la realidad arquitectónica con expresiones escultóricas.
El resto del programa, en planta baja, se constituye por los espacios sociales y sus servicios, sala, comedor, cocina, baño y en planta alta, de cuatro recámaras y el servicio de baño, el estudio antes mencionado, también con baño. Al fondo del terreno, al poniente, se ubicaban zonas de servicios generales.
La casa-estudio añade elementos del arte popular mexicano, entre ellos una cerca de cactus, unos tecorrales (muretes de tradición rural fabricados con piedras de río) y colores de la arquitectura popular, haciendo referencia a tradiciones nacionales.
La casa O´Gorman permite hacer una revaloración estética y discursiva de una tipología arquitectónica la cual dialoga con la naturaleza. Y que en ella, la intención del arquitecto fue lograr la mayor economía de espacio a través de un estudio minucioso de las actividades internas del edificio.